En algún lugar del mundo,
quizás hablando otro lenguaje,
habitas una tierra
de grandes lagos
y blancas montañas,
en bellos paisajes.
Cuando mi sueño te alcance
allí estarás brillando.
Entonces, buscaré ese nudo
que ajusta, que une y repara.
Volaré hasta ti, y volveré.
Tu tierra, aunque hermosa,
siempre me será extraña.
Amaré tu suelo, tu gente y tu historia
y en la simplicidad de un verso
te diré: "te amo".
Me verás llorando,
y te diré adiós.
No pretendo que lo entiendas,
es doloroso para los dos.
Ivalopano.