Tan bella, entre tules y encajes; tan blanca, tan fría... tan ausente. NO ESTABAS ALLÍ.
Allí estaba yo, tan sin ti. Sin saber cómo seguir. Estaba allí. Mutilada. Así me sentí cuando te fuiste. Anulada, desolada. Aún saltan mis lágrimas cada día, cuando te pienso. Nos quedaron tantos sueños por cumplir.