Bálsamo que limpia mis ojos y mi alma
de dolores viejos, de angustias nuevas,
de viejas nostalgias y sueños remotos.
Destiñe palabras dichas en susurros,
y pinta silencios en besos muy quedos,
que tratan a veces de alegrarme la vida,
sin lograr siquiera, apenas un sueño.
Es el escape de penas calladas,
muy contenidas, nunca contadas;
eso que, de tarde en tarde
necesito contarte y no logro decirlo,
ni comunicarte.
Intuyes mi mundo de silencios...
preguntas sin respuestas,
lágrimas silenciosas que no comprendes.
Y callas conmigo.
Deja que fluya mi llanto en silencio,
no digas nada, no preguntes.
Sólo abrázame muy fuerte.
Necesito que estés conmigo.
Sólo eso.
Un abrazo, un beso
mi llanto, y tu silencio.
Ivalopano