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jueves, 18 de noviembre de 2021

Espejismo


 

 Pasamos la vida

postergando sueños

y cambiando planes.

Y al llegar al umbral,

cuando alcanzamos

la meta al final,

perdimos la ilusión;

llegar no tiene sabor,

es incoloro e insulso.

Subimos 

la cuesta, pero al final

perdimos el impulso,

aunque hemos cantado

a la vida

y hemos consumido

gota a gota, el néctar,

tras una esperanza

de nubes, construida.

La carrera no es huida,

es la prisa por llegar,

pero seguimos dormidos

sin querer despertar.

Ivalopano


lunes, 15 de noviembre de 2021

Cuando pienso en ti

 


Cuando piensas en mí. ¿Qué te gusta de ese recuerdo?

Cuando pienso en ti, me gusta recordar tus abrazos largos, muy apretados, y tu voz anhelante pidiendo que no te suelte, para prolongar aún más ese momento, que siempre es breve, en nuestras esporádicas coincidencias.

Tenemos una conexión especial, aunque no aporta y desestabiliza. 

En busca del Equilibrio, vamos errantes, con los ojos cerrados y las manos extendidas. Entonces, surge algo que nos une, nos atrapa y nos embelesa. Luego nos aleja. Lo mismo que nos motiva, nos desanima; no permite el encuentro, aunque seamos Almas gemelas. Y seguiremos separados por los siglos de los siglos, buscándonos, cada uno desde una dimensión diferente.

Somos tiempo

Un cuerpo físico, con alma atemporal

Nuestra vida se valora en tiempo vivido. Medimos los años, los días, en horas marcadas, cronometradas. Pasamos la vida corriendo tras un horario implacable que nos empuja a más velocidad, para hacer todo lo que podamos, antes que transcurra esa vida que medimos. 

Tenemos la edad que el tiempo dice, aunque el alma sigue teniendo 18 años, 20, o 5, o 15. Eternamente.




 

 

domingo, 14 de noviembre de 2021

Tocar la tierra

 

Cuando tocas con las manos la tierra, cuando hundes en ella la semilla, y cuando tras la espera, aparece tímido un pequeño brote, entiendes la comunión, la reciprocidad, la maravilla de la vida. Sientes que formas parte de ese universo perfecto, donde nada ocurre porque sí; donde todo sucede en sincronía. Porque sólo basta un pensamiento, una palabra, para que se convierta en realidad, lo que sólo un sueño era.




sábado, 13 de noviembre de 2021

Mis ausentes

 


Mientras la música suave se escucha en la habitación, mis lágrimas dejan huellas en la almohada. Es inevitable. 

Mis ausentes buscan mi alma. 

Desde lo más profundo los abrazo. Me quedo en ese refugio amoroso, de ensueño, y vuelvo a ese lugar entrañable que tanto añoro.

 El sonido tiene el poder de armonizar, sembrando allí dentro algo parecido a la calma.





viernes, 12 de noviembre de 2021

Llueve.

 


Llueve sobre los campos; sobre frutales; llueve sobre la huerta, y los rosales. Es la bendición del agua que nutre, en silencio, como sin darse cuentaLa lluvia tiene el encanto de la calma, del refugio, del sosiego. Llueve y suena sobre los techos de chapas; invita al sueñoLlueve. La tierra exhala ese aroma tan particular: “olor a tierra mojada”. Luego de la gran sequía, la ansiedad se respira en el ambiente; el alivio llega y crece a medida que el agua corre en torrente.

 


Me gusta la gran tormenta. La noche trepidante. El viento que ruge. Estallan en el cielo rayos y centellas. En fabulosos flashes, la oscuridad se rompe y se compone con una rapidez inexplicable. Con cada destello el paisaje se ilumina de distinto color y desde diferentes ángulos. A pesar de la angustia que produce esa furia incontrolable de los elementos, el espectáculo es inigualable.

 Ivalopano

jueves, 11 de noviembre de 2021

Podría imaginar


Podría imaginar la vida diferente.

Mi lugar en el mundo, distinto;

podría dibujar una nube, el mar y el cielo,

con una precisión inquietante.

Podría imaginar el destino, un camino sin final;

un andar confiado, verdadero.

Y sólo estaría volviendo a la raíz original,

 sabiendo que allí te espero.


Podría completar un pensamiento en tu mente;

 escudriñar en tu alma en silencio,

 y descubrir el significado de esa angustia

 que llevas dentro, desde siempre.

Podría irme definitivamente de tu vida,

y, aun así, buscarías en mí

el complemento perfecto.

Ivalopano

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Barrio Peñarol y el ser ferroviario (año 2010)

 

 

Barrio Peñarol. Un lugar con identidad ferroviaria. Con un origen de trabajo y esfuerzo. El ferrocarril y sus talleres, son el sello de presentación, la carta de identidad del barrio.

 Después de una época de crecimiento, la empresa de ferrocarriles estatal ha ido decayendo año a año, viendo pasar, no obstante, muchas generaciones de funcionarios que hemos aprendido a quererla.

En el sacrificio y el esfuerzo, sin inversiones del Estado, siempre subsidiado, el ferrocarril uruguayo es el hijo pobre y mal vestido de la familia. Sus trabajadores, también nos hemos mimetizado con esta forma de subsistir: "como se pueda y con lo que haya". Hoy en el siglo xxi, (año 2010), está tambaleante y harapiento. Nosotros, serios y con los puños cerrados, hacemos fuerza para que no se nos caiga a pedazos. Viajamos en un coche motor del año 1930, sin calefacción y con entradas al taller, para reparación, casi a diario. Un taller de fines del siglo xix que trabaja con herramientas de aquella época; que no se ha modernizado ni actualizado. El ingenio de los funcionarios hace que, aún hoy, esté sobre las vías, remendado, sosteniendo sus ventanillas, a veces, con un trozo de alambre. El tapizado de los asientos está lleno de parches. ¡Noble esfuerzo! ¡Y hay gente que se atreve a decir que los ferroviarios «no le ponemos el hombro» a la empresa! Otros, creen que, porque plantean proyectos de «renovación», sin sustento ni inversión, son ferroviarios.

Ser ferroviario encierra mucho más que trabajar transitoriamente en el ferrocarril; mucho más que inventar un proyecto ficticio e irrealizable, mientras se gastan buenos miles en pagar una consultoría, sabiendo de antemano, que no habrá dinero para la inversión necesaria; mucho más que la teoría hipócrita, que sabe desde el comienzo, que sólo creará textos y números que quedarán en un cajón, sin sentido y sin futuro

Ser ferroviario significa identidad, solidaridad, compañerismo, más allá del lugar de trabajo; humildad y esfuerzo cotidiano. 

La vida del ferroviario es simple y sencilla como el tren descolorido y ruidoso que corre sobre los rieles, aguantando las críticas de los que tienen todas las soluciones, pero, sin embargo, seguimos igual.

Ivalopano

martes, 9 de noviembre de 2021

La Estación Central "General José Artigas"

 


Cuando en el año 2002 dejamos la Estación Central "General José Artigas", la casa de la Administración de Ferrocarriles del Estado (afe), dejamos de existir

Las autoridades de la época, unos años antes, en una extraña transacción, «vendieron» al Banco Hipotecario del Uruguay, la bellísima edificación. Una verdadera joya de la arquitectura y el arte del ingeniero Luigi Andreoni, construida en una época brillante de la economía y el comercio de la región.



Este precioso edificio ubicado en la calle La Paz 1095 de la ciudad de Montevideo, era el centro de la actividad comercial y administrativa de la empresa. Allí había cientos de funcionarios que trabajaban en las oficinas, distribuidas en diferentes gerencias. Durante muchos años, en este lugar, existía un febril movimiento de pasajeros, cargas y encomiendas.

En el año 2002, cuando se dispuso la mudanza de su sede administrativa, fuimos testigos impotentes del desprecio y la frialdad con que las autoridades del momento, dispusieron el desalojo del rico edificio.

Los muebles, majestuosos, testimonio de la opulencia británica y el buen gusto que da una rica economía, eran grandes, de nobles maderas, regias terminaciones y lustres eternos. Verdaderas joyas de carpintería artesanal. Algunos escritorios tenían mecanismos ocultos; bordes tallados a mano, y tapas con incrustaciones en distintas maderas y cuero repujado. 

El día que llegó la empresa de mudanzas y comenzó a bajar esos tesoros a empujones y tirones, arrastrándolos sin piedad, por el corredor de piso de mármol, y haciéndolos descender la suntuosa escalera, a los tumbos, cayendo de escalón en escalón, con golpes que nos dolían en el corazón, sentimos vergüenza ajena ante tal herejía. El daño era equitativo: a los muebles y a los pisos, a la escalera y a nuestros sentimientos.



Dejábamos muchos años de vivencias entre esas preciosas paredes adornadas. «Nuestra casa» se iba quedando vacía. Las oficinas huecas, silenciosas, desoladas: ¿Qué será de mí? —parecían decir—, ¿Qué será de nosotros ahora? —decíamos.



Han pasado los años. Cada uno de ellos representa un poco más de abandono para la Estación Central, y un año más de decadencia para nuestra empresa de Ferrocarriles del Estado.

Los uruguayos tenemos un defecto educacional. Parecería que lo que pertenece al Estado no es de nadie. Gran error; lo que es del Estado uruguayo, es lo más nuestro. Pero no todos lo sienten así, y no se lo enseñan a sus hijos en los hogares; tampoco en las escuelas.




Y ahí está la preciosa Estación Central "General José Artigas", en el abandono más ominoso, saqueada. En una especie de cruel vejación, se han robado sus preciosos mármoles, los adornos, las mamparas de buena madera y excelente artesanía. La lluvia ha hecho estragos. Las aberturas, los vidrios rotos, dejan ver los cielorrasos caídos, colgando como jirones. Verdaderamente, para llorar…



Ivalopano

lunes, 8 de noviembre de 2021

Sé de qué hablas.

 


Sé de qué hablas; conozco ese hueco vacío y frío que nada llena. Ni la música, ni el ruido de la casa. Sé de qué hablas: sólo callar y seguir, sin pensar, ni reír. 

Conozco ese lugar donde mora la tristeza que te atrapa y te lleva en silencio a su mundo gris

¿Sabes? A veces te suelta y logras saltar, pero lo que hay del otro lado, te da miedo. Prefieres callar: con lágrimas, intentar dormir y no poder calmar la mente…

Sé de qué hablas, conozco ese lugar.

 

domingo, 7 de noviembre de 2021

Hoy te llamaría

 


Hola. ¡Tengo tanto para contarte! 

Han pasado muchas cosas buenas, lindas, desde que te fuiste. Cada día y en cada momento intenso, te pienso, y quiero compartir eso contigo. 

Te has convertido en un Ángel que va siempre a mi lado, en silencio. A veces me detengo, te abrazo desde el alma, y no puedo evitar algunas lágrimas. Pero, enseguida me parece oírte diciéndome: “no seas boba, no llores”.

¡Cuánto te extraño!

Hoy te llamaría. ¡Cómo te llamaría!

Hay momentos en que tengo tanto para hablar contigo. ¡Tanto!

Necesito tu opinión muchas veces, y no estás aquí.

Momentos alegres para compartir; una duda; una ilusión que contarte... 

Y no estás aquí.

Los años han pasado y aún te extraño.

El tiempo sigue, la vida continúa, y es tan difícil sin ti.

Hoy te llamaría. ¡Cómo te llamaría!

Pero… ¡el cielo no tiene WhatsApp!😢

Ivalopano

sábado, 6 de noviembre de 2021

Sin mirar atrás

 


Nos permitimos

pequeñas libertades,

clandestinas, infractoras,

para rescatar de algún modo,

una ínfima parte del tiempo

que perdimos.

Apenas un átomo de un todo.

Apenas un instante,

un abrazo apretado,

un beso fugaz, anhelado,

que pretende sólo

realizar un sueño,

sin mirar atrás…

Nuestras manos juntas,

buscando el refugio

del amor callado,

cálidas y abiertas,

pretenden sólo

realizar el sueño

del instante mágico,

nunca olvidado

Apenas un átomo de un todo,

apenas un instante,

un abrazo apretado,

un beso fugaz, anhelado,

que pretende sólo

realizar un sueño,

sin mirar atrás.

 Ivalopano

viernes, 5 de noviembre de 2021

Fantasma.


 


Habían transcurrido muchos años cuando me enteré que el pasado había sido un fantasma en tu vida; que estuvo siempre presente. Que resignaste tu felicidad, creyendo que no podrías derribar un recuerdo. Así fue, no pudiste. 

Sólo diré en mi descargo, que no lo supe. Ignoré todo el tiempo, ser ese fantasma. Es más, creí, desde el primer momento, que me habías olvidado, que no había sido nada importante en tu vida.

Hoy supe que guardaste una imagen, un recuerdo, un momento especial y único, en un lugar muy íntimo. Que tus versos llevan mi voz, mis manos, mi mirada. Que cuando escribes, piensas en mi. 

Gracias... y perdón.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Almas gemelas

 


Habían pasado algunos años. Crecimos. Y un día nos descubrimos. Nos “vimos” por primera vez

Luego, ambos nos fuimos sin decir adiós. Cada cual hizo su vida, esperando volver algún día. Guardamos en un lugar muy especial aquel encuentro que nos mantuvo unidos; una conexión única. 

Y fueron creciendo los poemas, los versos sueltos, guardados celosamente, para algún día, compartir, como una declaración de amor.

Cuando ese día llegó, fue maravilloso volver a encontrarnos. Surgió espontáneo el abrazo interminable, corazón a corazón. Y sentimos que el tiempo no había pasado, sólo había hecho una pausa. Nuestro cuerpo tenía la memoria de cada caricia, cada momento, cada silencio y cada suspiro.

Entonces, intercambiamos nuestros cuadernos; entregamos allí el corazón, en una verdadera declaración de amor.

Cuando leímos lo que cada uno había escrito durante tantos años, comprobamos que habíamos dicho casi lo mismo...



miércoles, 3 de noviembre de 2021

Piensas en mí.

 


Piensas en mí. Lo sé.

Estoy en tus insomnios,

en tu música, en tus lecturas,

 y en esos poemas guardados

como tesoros.

Mis versos y mi voz

quedaron en tus oídos;

mis manos, sobre tu piel,

sin olvidos;

porque te he calcado

con la punta de mis dedos,

 y he construido

 espacios que llenarás

únicamente en sueños.

 Ivalopano




martes, 2 de noviembre de 2021

Sueño.

 



Sueño volver algún día a esa playa, en aquel lugar paradisíaco e irreal, sobre esas rocas donde rompe la ola, donde la calma y la furia confluyen en rara armonía.

Sueño desde el tiempo que irrumpe llenando espacios, donde la levedad del alma te alcanza mirando al cielo; donde una lágrima cae y se convierte en arena, donde una lágrima cae y confunde el camino.

Ivalopano

Título destacado

¡Cuánto te extraño!

  Hola. Tengo tanto para contarte. Han pasado muchas cosas buenas , lindas, desde que te fuiste. Cada día y en cada momento intenso, te pien...

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